Entrevista a Musgö: “La gente se aleja de la honestidad de un estilo propio por varias razones, y creo que la principal es el anhelo del éxito”.

Entrevistamos a la multidisciplinar artista Mar Gabarre, conocida artísticamente como Musgö, una de las artistas más peculiares y sobresalientes del panorama nacional, para conocer cuales son sus procesos creativos, sus inspiraciones y como ha logrado mantenerse fiel a sí misma durante todos estos años, a pesar de haber tenido un comienzo en su carrera de lo más mediático.

Musgö es un nombre de lo más atractivo. ¿Cómo surgió bautizar a tu proyecto musical así?

La idea surgió cuando empecé a dedicarme profesionalmente a la música. Mi Padre es un reconocido pintor, y mi apellido, Gabarre, me conectaba con mi lado más pictórico, por lo que buscaba un nombre artístico para mi faceta musical que describiera como siento la música. Cuando toco, me siento conectada con mi entorno, conmigo misma, con el arpa, con el público, con cada sonido, con el aire que me rodea… como si cada elemento fuera parte de un todo común. Ese mismo día mi madre, que además de artista es bióloga, me explicaba cómo funciona el musgo como organismo y… ¡Se me encendió la bombilla!

¿En qué momento de tu vida decidiste que querías dedicarte a la música?

Creo que el proceso no fue tanto decidirlo, sino darme cuenta de que lo estaba haciendo. Creo que fue concretamente en el momento en el que me becaron en la facultad de bellas artes para un año de intercambio en la facultad de Buenos Aires. Fue entonces cuando me di cuenta de que lo que más ilusión me hacía era tocar allí, no estudiar arte, lo que creía que era mi verdadera vocación. Ah, y finalmente decidí no ir, porque sabía que si lo hacía, ¡haría tanta música que no acabaría nunca la carrera!

¿Qué te llevó a decantarte por el arpa? Considero que es uno de los instrumentos más exigentes y muy poco explorados en nuestro país.

Siempre creí que algunas cosas están escritas en nuestra línea de vida antes de nacer ypor otro lado, las que elegimos nosotras mismas por voluntad propia. Lo de el arpa en mi vida, tengo claro que es de las primeras.
Con 14 años hacía un trabajo para el colegio sobre materiales de construcción y teníamos que buscar imágenes en Google de hormigoneras, ladrillos, mortero, etc. Y entre esa caótica marabunta de internet salió por “azar” una foto de una preciosa arpa paraguaya. Sentí amor a primera vista, el corazón se me aceleró, y una voz dentro de mi dijo: “Mar, a esto es a lo que te vas a dedicar toda tu vida”. Yo no sabía cómo se llamaba ese instrumento y mucho menos tenía ni idea de cómo tocarlo. Le dije a mi madre que quería que fuera mi regalo de cumpleaños.

Esperé impacientemente el día, esperando que llegara a Chiclana (Cádiz) desde un taller de artesanos en Paraguay y, cuando llegó, emplee cada día a, de forma autodidacta, ir descubriendo el instrumento poco a poco. Escuchaba cada uno de sus sonidos, aprendiendo de ella con paciencia. Me enseñaba las notas, qué es un acorde, cuáles son las tonalidades e incluso cómo cantarle. Era tanta la admiración por el instrumento que no quería siquiera mancillar su magia aprendiendo de un tutorial en YouTube.

Poco a poco fui mejorando y mejorando en el instrumento hasta que, años después, profesionales arpistas de clásico me hicieron saber que había desarrollado mi propia técnica para tocar el arpa.
Tu álbum ‘Open The Gate’ es una obra onírica totalmente barroca. ¿Cómo fue el proceso de composición y producción de una obra tan compleja?

‘Open The Gate’ se fue construyendo poco a poco durante mucho tiempo. Un día me di cuenta de que muchas de las canciones que componía iban sobre espiritualidad, esoterismo o misticismo, y me dije, ¿Por qué no hacer un album sobre esto?

Cada uno de los temas es una compleja obra Frankenstein grabada desde diferentes casas, estudios, y lugares dispares de España que tomaron finalmente forma y orden en Londres en The Friary Studios, gracias a las manos mágicas de Chris Webb, al que estaré eternamente agradecida. El proceso en el estudio fue muy mágico y tenemos mil anécdotas increíbles, como las campanas al final del disco sobre la voz del Dalai Lama, que no son campanas en realidad, sino una increíble casualidad sonora que tuvo lugar cuando Chris jugaba con unos sintetizadores analógicos para crear ruidos que se convirtieron inexplicablemente en Campanas al mezclarse varias frecuencias distintas.

Pudiste presentar el disco en un recinto tan emblemático como el Guggenheim de Bilbao. ¿Cómo fue aquella experiencia?

Fue una experiencia inolvidable, una de esas veces en la vida en la que piensas… ¡¿A que más puedo aspirar en la vida?!

A la hora de componer ¿Te resulta más atractivo o más fácil el inglés que el castellano? Casi el total de tus obras están escritas en la lengua de Shakespeare.

Siento que cada idioma nos conecta de manera natural con diferentes vibraciones, sensaciones y estados de consciencia. La lengua de Shakespeare me conecta de forma natural con una vibración elevada en la que me resulta fácil hablar de grandes conceptos y temas relacionados con la espiritualidad y la magia. En cambio, el castellano, me conecta más con lo mundano, lo terrenal, y en mi caso, al ser andaluza, con el humor, como bien se ve en mi tema ‘Que es lo que pasa en mi casa’.

Tengo mucha curiosidad. ¿En qué entorno te gusta sentarte a crear? Toda tu obra huele a cabaña en el bosque rodeada de naturaleza y enigmas.

Jajajaja, ojalá siempre tuviera la posibilidad de crear en una cabaña en el bosque. Lo cierto es que mi lugar de creación es cualquier entorno en el que mi imaginación pueda volar sin interrupciones a diferentes lugares oníricos, bien sea sola o acompañada. Aunque he de decir que el bosque y la magia siempre están presentes en mi espacio mental creativo.

¿Qué artistas te inspiran a la hora de componer y experimentar con nuevos sonidos? Se que eres admiradora de la inigualable Björk, pero seguro que hay muchos más e igual de innovadores.

Normalmente no suelo inspirarme en las obras musicales de otras artistas, y si lo hago suelo partir de obras de otras disciplinas, como pictóricas o audiovisuales. Aunque esto no suele suceder. Mis canciones nacen más de experiencias propias o canalizaciones.

A pesar de haber participado en un programa de máxima audiencia te has mantenido fiel a tu estilo, creando música totalmente alternativa y con una personalidad totalmente definida. ¿Cómo fue tomar la decisión de mantenerte fiel a ti misma y alejarte del foco mediático?

La gente se aleja de la honestidad de un estilo propio por varias razones, y creo que la principal es el anhelo del éxito. Tener más y más personas que escuchen tu música, vender más y más discos, tener más y más de todo y más. Pero para mí el éxito no es tocar en estadios para miles de personas, ni estar forrada de pasta, así que puede ser uno de los motivos por los que me sigo manteniendo fiel a mí misma.
Para mí el éxito significa llegar a el corazón de las personas con mi música, abrazarles el alma y crear verdadera magia y belleza. Y según lo veo, para mí la única forma de hacerlo, es manteniéndome fiel a mi propio estilo, siendo sincera conmigo misma y poniendo el alma en lo que hago.

Recientemente has formado parte de la banda sonora de la segunda temporada de GRASA de RTVE. ¿Cómo ha sido componer para un proyecto audiovisual como este? Es indudable que tu esencia está en todos y cada uno de los temas compuestos para el programa. ¿Cómo surgió esta colaboración para que formaras parte del proyecto?

Formar parte de Grasa ha sido el mayor regalo que me trajo 2021. Siempre soñé con hacer música para cine, y es algo que siempre me dijeron que se me daría muy bien por mi facilidad de mezclar disciplinas artísticas. Gracias a un programa en Twich que nació durante la cuarentena, estreché lazos con 4 personas que ahora quiero como hermanos: Adria Pino, David Sainz, Víctor Hubara y Sergio Zambrana. Durante casi dos años hicimos un programa estupendo sobre temas paranormales tratados desde la comedia que nos ha dado la vida.

Durante la realización del programa, mi amigo David Sainz trabajaba en la segunda temporada de Grasa y me propuso formar parte de ella. Automáticamente tuvo mi SI más absoluto, ignorando él entonces que estaba cumpliendo uno de los sueños de mi vida. Le estaré eternamente agradecida.

Hace unos meses formaste parte de la programación del festival Sierrasur. ¿Crees que a tu concepto artístico le es difícil de encontrar su sitio en el competitivo circuito de los festivales? ¿Es algo que te preocupe?

Hace tiempo que me rendí en este aspecto, ya no me peleo por entrar en festivales. En lugares en los que es mejor quien más vatios meta en el equipo de sonido, la sensibilidad, la elegancia y la autenticidad, se ven opacadas por el lolololo español, el flamenquito de hacendado y la cultura del fast food musical.

Antes si me afectaba, pero ya no es algo que me preocupe por que tengo un público fiel que se moviliza kilómetros para verme, y hay lugares increíbles como NMAC, centro de arte contemporáneo que apuestan por mi música cada año por que sí que crean un entorno en el que se puede apreciar la sensibilidad.

El arte sensible, aunque parezca lo contrario, a veces da miedo y crea resistencias. Una canción pop comercial puede hacerte bailar y consumir cervezas o copas, pero un concierto de música mágica o sensible, además de dejarte paralizada, puede hacer aflorar en ti sentimientos de lo más dispares, y hay que ser muy valiente para permitirse sentir.

A nivel artístico. ¿Cuál es el sueño por cumplir para Musgö?

Me dedico a lo que me gusta, he tocado en el Gughenheim, me he autoproducido un album 100% a mi gusto, he montado dos espectáculos y un cabaret, he dado una charla TED, he salido en televisión, he puesto música a una serie, he pintado murales por toda España, he conocido a gente increíble con la que he compartido y trabajado, me he arriesgado, he hecho cosas de las que no me creía capaz, y me he demostrado a mí misma que no hay nada imposible… A mis 28 años, puedo decir orgullosa, que ya no me quedan sueños por cumplir. Siento que todo lo que llegue a partir de hoy, será un regalo de la vida, que voy a disfrutar como si fuera el último.

Estoy segura de que vendrán muchas sorpresas y experiencias increíbles que me llenarán el alma, el corazón y el bolsillo, pero ya no pido nada más de lo que ya tengo ahora mismo. Estoy agradecida y soy muy feliz.

¿Tenemos nuevas fechas para ver a Musgö en directo? ¡Es una experiencia tan completa e inmersiva para los sentidos que no me perdonaría perdérmelo!

¡Pues sí! Tenemos muchas fechas pronto por toda la península, y muchas ganas de com
partir con ustedes. Publicaremos todas las novedades en nuestras redes sociales (@musgomusic en Instagram).
Mientras tanto, podéis disfrutar en nuestro canal de Youtube o en Spotify encontrándonos como Musgö.

Este fue el texto que escribí cuando elegí mi nombre artístico. A día de hoy, aun representa lo que significa la música para mi:

“El musgo, suave, acogedor, natural, recoge mis pisadas y eleva mis pensamientos hacia la comprensión y el ente natural. Yo soy musgo cuando la tierra me absorbe, mis piernas son troncos que sustentan la floración de mi cuerpo en llamas. Mis dedos, gotas, manzanas, se balancean pequeños y redondos y tintinean como pequeñas campanitas plateadas.
Perdí mi individualidad cuando llegué a este lugar, parece que ahora todo está conectado. Somos parte de una malla infinita donde todo entra, nada es excluido. Lo bueno, lo malo, la noche y el día, todo ocurre simultáneamente, a la luz y sombra de la luna y el sol.
Hay veladuras de cristal en el aire, purpurinas de amapolas que decoran las pequeñas motas de polvo que flotan sobre mí.
Yo soy tú, yo soy, el musgo.”

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