Woodkid arrasa con su nueva gira en Noches del Botánico

Aún con la emoción metida en el cuerpo, hoy podemos contar que el lunes tuvimos el placer de asistir al primero de los dos conciertos que el productor y cantante francés Woodkid ha llevado a cabo en el madrileño festival Noches del Botánico.

El festival, que celebra su quinta edición a modo de ciclo de conciertos a lo largo de los meses de junio y julio en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, calentaba motores en su impecable y cuidado recinto para presenciar uno de los momentos más épicos de toda su programación que, sin lugar a dudas, quedó muy por encima de cualquier expectativa (y eso que no eran pocas).

A las 22.15h, una vez acomodados todos los asistentes y siguiendo todos los protocolos de seguridad anti COVID, la banda de Woodkid, compuesta por un quinteto de cuerda y viento metal, sus inigualables percusionistas y el sintetizador, salió al escenario para arrancar con una formidable introducción reforzada por los visuales que siempre acompañan la obra de Woodkid. Tras la espectacular introducción, Yoann Lemoine apareció, visiblemente emocionado, sobre una inmensa tarima que recorría de lado a lado el escenario y con la que las proyecciones crearon un efecto óptico durante todo el concierto.

Una vez acabada la intro, el concierto comenzó un auténtico viaje a lo largo de la discografía del artista francés, haciendo especial hincapié en sus orígenes gracias a temas como ‘Iron’, ‘I love you’ o la celebradísima balada ‘Brooklyn’, en la que reemplazaba el nombre del conocido barrio neoyorkino por Madrid.

Durante el viaje industrial que supuso el concierto, Lemoine hizo una pausa para agradecer al público su asistencia a pesar de la pandemia y de no poder bailar, ya que para él era una ocasión muy especial. Por un lado, era la primera vez que tocaba en Madrid y, por otro, esta fecha suponía el arranque de la gira de presentación de’S16′, su último disco, que le llevará a los escenarios de todo el planeta.

Tras su divertido speech en el que se disculpaba de su escaso dominio del español, el concierto continuó en un frenético crescendo en el que destacaron especialmente su producción para Louis Vuitton en la inclasificable ‘On Then And Now’, ‘Pale Yellow’ o la mega industrial ‘Goliath’, todas ellas elevadas a una nueva potencia gracias al público de las gradas que no dudó en sumarse a las percusiones pataleando el suelo metálico y haciendo que el propio Woodkid se pronunciara al respecto diciendo que fue el mejor sonido de todo el concierto. Este momento, que surgió de la manera más espontánea, parecía que hubiera sido previamente ensayado gracias a la perfecta simbiosis que creaba el sonido metalizado de las gradas con el propio sonido industrial de las canciones. Si a esto le sumamos una lejana y silenciosa tormenta eléctrica que iluminaba por segundos el oscuro cielo de Madrid, os podéis imaginar que el concierto consiguió una atmósfera de las que se graban a fuego en el recuerdo durante mucho tiempo.

Como no podía ser de otra manera, el concierto terminó con una extensísima versión de su gran hit ‘Run Boy Run’, con la que ya el público de las gradas temimos salir volando hacia cualquier dirección (es broma) debido a la euforia de un público totalmente entregado que acababa de presenciar un concierto tan sumamente cuidado, experimental e inmersivo que solo los grandes de la musical tales como Björk o ahora Woodkid son capaces de crear.
Gracias a los visuales creados por el propio artista, su virtuosa banda y el idílico espacio en el que se celebra Noches del Botánico, el concierto fue un auténtico festín para los sentidos.

A pesar de que tener que ver determinados tipos de conciertos sentados es a veces una pequeña tortura, el Noches del Botánico apuesta por mantener su recinto abierto una hora más tras la finalización del concierto para poder disfrutar de su zona de restauración y crear así ese sentimiento y esencia de festival que tanto añoramos todos.

FOTOGRAFÍAS: Víctor Moreno
CONTACTO: Carreteraymanta@publico.es

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