Y vaya si volvió a brillar… CRÓNICA MADCOOL

En primer lugar, considero que es esencial felicitar y agradecer a la organización del Madcool por una edición perfecta. No solamente perfecta a nivel musical, sino también a nivel organización.

El primer día acudimos con algo de miedo, puesto que ya sabemos que en una primera jornada suele ocurrir alguna que otra desgracia… pero esta vez no. ¡Y vaya que no! Cualquiera que haya asistido estará de acuerdo en que es admirable el hecho de en ni un solo momento haber tenido que esperar más de 2 minutos para pedir la bebida o más de 5 para recargar las pulseras o acceder al baño en un recinto donde se congregaban 70.000 personas. Por ello, insisto una vez más, ¡gracias y enhorabuena Madcool!

Dicho esto, centrémonos en lo musical. Acudimos el miércoles a la primera jornada al concierto de Yungblud. La banda de pop punk británica abarrotó el escenario principal de neo emos, sí, neo emos, ya que los emos desaparecimos hace una década cuando My Chemial Romance decidieron tomarse un descanso. Su líder, Dominic Richard sorprendió con su incombustible energía a lo largo y ancho del inmenso stage 1, una energía que se veía disuelta debido al exceso de silencio entre unos temas y otros. A pesar de ello, fue un buen concierto para ir calentando los motores.

Tras Yungblud acudimos al stage 2 para presenciar el directo de Placebo, quienes parecieron olvidarse de que se encontraban en una gira de festivales tras 9 años de ausencia. En un setlist de 13 canciones, 5 correspondieron al reciente ‘Never Let Me go’, un gran desconocido para el gran público. Por otro lado, la ausencia de ‘Every You Every Me’, su mayor éxito en las plataformas de streamig, también resultó bastante decepcionante. Como no podía ser de otra manera, los momentos más celebrados fueron cuando sonó la emotiva ‘The Bitter End’ y la versión de ‘Running Up That Hill’ de Kate Bush, con la que llevaron a cabo el final del concierto, aprovechando el tirón de la canción gracias al éxito de Stranger Things.

Tras Placebo volvimos de nuevo al stage 1 para presenciar el conciertazo de Metallica. Aunque a pesar de ello tuvimos que sacrificar el POP en mayúsculas de Carly Rae Jepsen, estoy seguro de que mereció la pena. Con un sonido deslumbrante y un directo totalmente impecable (y 15 minutos de retraso), Metallica arrancaron su sesión de brutales éxitos comenzando con ‘Whiplash’ y continuando con ‘Creeping Death’ y ‘Enter Sandman’. Acompañados por más de 200 altavoces y unos espectaculares visuales y juegos de fuego, Metallica dieron uno de los conciertos inolvidables de la edición, el cual optaron por terminar con la larguísima ‘Master of Puppets’, también tendencia gracias al capítulo final de Stranger Things. Tras este inigualable concierto, he de reconocer que me he arrepentido de no haberlos visto hasta ahora y que estoy deseando repetir lo antes posible. ¡¡LARGA VIDA A METALLICA!!

Para terminar la jornada y con toda la adrenalina del mundo, nos acercamos al stage 3 para asistir al concierto de CHVRCHES, quienes a pesar de los diversos problemas de sonido supieron salvar los muebles en la presentación del excelente ‘Screen Violence’. A pesar de contar con 4 buenos discos, las canciones más celebradas, una vez más fueron ‘The Mother We Share’ y ‘Clearest Blue’ de sus dos primeros discos.

A la 1.00 en punto, por desgracia, terminó la música en el inmenso recinto del IFEMA, por lo que llegó el maravilloso momento de hacer todos los malabares posibles para regresar a casa en un tremendo “búscate la vida y suerte”. A pesar de lo dolorosa que fue la vuelta a casa, la sensación de que había merecido la pena era constante en nuestras mentes.

El jueves arrancamos la jornada a primera hora. A las 18.40 acudimos al stage 3 para presenciar el directazo de Nothing But Thieves, a quienes habíamos visto hace nada en La Riviera de Madrid. La banda, gracias a la impresionante voz de Conor Mason, volvió a demostrar por qué es una de las mejores bandas de rock actuales. Sin duda alguna uno de los grandes conciertos del festival.

Tras ellos, acudimos al stage 1 para presenciar el divertidísimo concierto de los franceses La Femme, quienes pusieron a todo el mundo a bailar gracias a su desenfadado y en ocasiones paródico rockabilly. A pesar de ser uno de los grandes desconocidos, supuso una de las más gratas sorpresas de toda la programación.

A continuación acudimos al Loop para deleitarnos con la electrónica de Octa Octa, mientras hacíamos tiempo para acudir al stage 3 para el concierto de London Grammar. La impresionante carpa del Loop suponía entrar en una dimensión paralela, por lo que había que tener mucha fuerza de voluntad para salir una vez que te dejabas arrastrar por su propio universo. Aún así, logramos salir a tiempo para llegar a uno de los conciertos más emotivos del Madcool.

Con un stage 3 abarrotado, comenzó el precioso recital de London Grammar, quienes no pudieron evitar su emoción akl ver tantísima gente asistiendo a su concierto, teniendo en cuenta que coincidían con Deftones y teniendo también en cuenta que se trataba de su segundo concierto en España desde que comenzaron su carrera.
El impecable concierto se centró en la presentación del reciente ‘California Soil’, pero también hubo cabida para sus mayores éxitos como ‘Hey Now’, ‘Wasting Mye Young Years’ o ‘Strong’, en la que Hannah Reid no pudo aguantar la sonrisa y las palabras de agradecimiento al ver a un público tan absolutamente entregado. El concierto finalizó con un remix de la excelente ‘Lose Your Head’, con la que pusieron el escenario patas arriba.

Tras finalizar London Grammar acudimos de nuevo al Loop, donde se encontraba Floating Points con su cuidadísima electrónica. Tras él, fue el turno de la coreana Peggy Gou, quien logró atraparnos con sus espectaculares visuales y su carisma frente a los platos. Como ya os dije anteriormente, gracias a la fuerza del Loop sacrificamos los conciertos de Imagine Dragons y The Killes, puesto que ya los hemos visto varias veces en diversos festivales.

Para finalizar la jornada, regresamos al stage 3 en el sacrificio más doloroso, Foals y Tove Lo eran los encargados de cerrar la jornada. En el último momento optamos por el concierto de Tove Lo, puesto que Foals son mucho más habituales por estas tierras.
La carismática sueca dio un concierto de electro pop sin fallo, comenzando por la cómica ‘Bikini Porn’ y pasando por las potentes ‘Are U gonna tell her’ o su exitazo ‘Habits (Stay High). Con referencias constantes al público gay allí presente y con el humor ácido y reivindicativo que la representa, Tove Lo optó por finalizar el concierto con su reciente single ‘ No One Dies From Love’.

El viernes comenzamos la jornada un poco más tarde, puesto que era imprescindible recargar las pilas. Acudimos al recinto en torno a las 20.00 para asistir en el stage 2 al concierto de HAIM. La banda de California compuesta por las tres hermanas HAIM supusieron la gran sorpresa del festival. A pesar de conocer su obra desde hace años, jamás hubiera podido imaginar que tendrían ese espectacular directo, en el que demuestran su capacidad compositiva, su dominio de los instrumentos y su inigualable carisma sobre el escenario. La interacción constante con el público creaba un hilarante story telling digno de la mejor comedia musical de Hollywood. Sinceramente, uno de los momentos álgidos de la semana.

Tras ellas nos dirigimos a nuestro favorito stage 3 para presenciar el concierto de la emergente Phoebe Bridgers. A pesar de sus talento y su buen hacer sobre el escenario, el concierto se nos hizo bola al ser excesivamente deprimente y monótono. Quizá no era un concierto para las 21.15, aunque sus fans más acérrimos parecían disfrutar de lo lindo con ella…

A continuación nos dirigimos al stage 2 para el concierto de Incubus, quienes dieron una demostración de potente rock n’ roll y quienes consiguieron congregar al mayor número de asistentes en ese escenario.

Tras ellos, y teniendo que sacrificar al techno de la rusa Nina Kravitz en el Loop acudimos, como no podía ser de otra manera, al stage 1 para presenciar el concierto de los dioses Muse.
La banda de Matt Bellamy dio, una vez más, una lección de como se hacen las cosas sobre el escenario. Acompañados por unos deslumbrantes visuales y ataviados con mascaras futuristas y un espectacular centro de fuego, arrancaron el concierto con la reciente ‘Will of the People’, haciendo que temblaran los cimientos de todo el Madcool. Con un total de 21 canciones, la banda repasó sus mayores éxitos a la vez que introdujeron los nuevos, como la metalera ‘Won´t Stand Down’, con la que temimos destruirnos las cervicales o ‘Compliance’.

Tras el extensísimo con cierto de Muse optamos por regresar a casa, puesto que queríamos evitar a toda costa la ratonera de evacuación de los dos días previos.

Y llegó el sábado. Y llegó nuestra jornada final. Y llegó el día de las emociones a flor de piel. Nadie queríamos que se acabara. Para todos había sido demasiado efímero, demasiado perfecto, demasiado irreal… Pero tocaba sacar fuerzas de quién sabe dónde y seguir dándolo todo con una sonrisa perenne en la cara.

Arrancamos la jornada en el stage 3 con los británicos Don Broco. He de reconocer que jamás los había escuchado, hasta que unas horas antes una amiga me insistió en acudir al concierto y no puedo tener más que palabras de agradecimiento (al contrario que el resto de mi cuerpo debido a los pogos y wall of death). Don Broco dieron un concierto deslumbrante en el que rock, hardcore e incluso pop se daban de la mano. Sin lugar a dudas quedan apuntados en mi agenda como uno de los grupos a los que seguir de cerca a partir de ahora.

Posteriormente tratamos de acudir al stage 6 para presenciar el concierto de The Struts, pero fue totalmente imposible al estar completa no solo la carpa, sino también sus alrededores por ambos lados, por lo que, sin prisas, nos fuimos dirigiendo al stage 1 para asistir al concierto de Pixies.

Pixies dieron un concierto perfecto, como nos tienen acostumbrados desde hace décadas. La verdad es que fue un concierto ideal con el que anochecer, sentados en el césped mientras bebíamos nuestras gélidas cervezas (para las que no tuvimos que hacer ninguna cola).

A continuación fue el momento de división el grupo. Mientras que gran parte se dirigió al stage 2 para el concierto de Kings Of Leon, otros pocos, o más bien pocas, nos dirigimos al stage 3 para gozar con el concierto de la diva pop sueca Zara Larsson. A lo loargo de sus 15 canciones, Larsson dio el conciertazo pop del festival, con una retahíla de hits pop intachable y con unas coreografías propias de las grandes estrellas del pop. Comenzando con la perfecta ‘Love Me Land’ y pasando por los mega éxitos ‘Symphony’, ‘Lush Life’ o su reciente versión del ‘ Lay All Your Love On Me’ de ABBA.

Tras el subidón de Zara Larsson llegó el momento del ritual de Florence and the Machine en el Stage 1. El de Florence fue el concierto más multitudinario junto a los de Metallica y Muse y no es de extrañar, puesto que lo de esta mujer y su banda es de absoluta admiración.

Convirtiendo el escenario y sus alrededores en un auténtico sueño, la presencia etérea y casi Feérica de Florence Welch se apoderó de todos los presentes. Ataviada con un vaporoso vestido granate y desclaza, comenzó con sus movimientos casi tribales cantando la reciente ‘ Heaven Is Here’, y vaya si lo estaba. A pesar de centrar casi multitud de temas del reciente ‘ Dance Fever, Florence dio un buen repaso a todos sus éxitos, donde no podían faltar ‘Dog Days Are Over, ‘Hunger’, ‘Shake It Out’ o la electrónica ‘ Spectrum’.
Con tramos en los que Welch se bajaba al público, apoyando su cabeza y su melena pelirroja sobre sus rostros y cantando a sus fans a menos de un palmo de la cara, el concierto se posicionó como el más emotivo, espiritual y cercano de todos y demostró por qué se han convertido con el paso de los años en una banda de culto a la que solo los más ilusos se perderían en directo.

Tras el subidón espiritual de Florence and the Machine llegó el turno de la traca final en el Loop con el abrasivo, demoledor e incansable (todo en el buen sentido) techno de la brasileña ANNA, quien dio el cierre perfecto a un festival marcado por la excelencia en todas su formas.

A pesar de habernos quedado con ganas de más el domingo no pudimos asistir. En cualquier caso, insisto en que el regreso del Madcool ha sido por todo lo alto. Se nota que se han dejado la piel y el alma en su organización, en su cuidado line-up- en sus preciosas y cómodas instalaciones y en las ganas de devolvernos la ilusión por la música en vivo a todos y cada uno de los asistentes.

No sabemos que deparará el futuro con su traslado a Villaverde en próximas ediciones. pero lo que sí sabemos es que estaremos allí para contarlo.

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